¿Y el currículo para qué?

¿Y el currículo para qué? 

Desde hace décadas la educación se ha dedicado a vencer retos, queda claro que mucho de ellos no ha sido alcanzado, basta mirar las estadísticas y las necesidades de reforma en materia educativa, sin embargo, el principal reto de la educación siempre ha sido llevar a buen término el proceso de enseñanza-aprendizaje donde docentes y alumnos ocupan los papeles protagónicos.

Entonces, el currículo se torna la herramienta esencial, permite planear y planear en un proceso administrativo es fundamental si se quieren alcanzar objetivos, pero ese proceso requiere de mejora continua ¿qué pasa cuando esa planeación no depende de los actores principales? Quienes diseñan los planes y programas de estudio, guía para orientar la actividad del binomio docente-alumno, pudieran carecer de estrategia, con la consecuencia de que la planeación no sea fuente de referencia para la capacitación docente ni para determinar el perfil del egresado, quienes deben contar con los conocimientos, habilidades y actitudes para el trabajo y la vida como fines del currículo. Al carecer de estrategia ¿o siendo esa la estrategia? solo se tendrá mano de obra barata, gente que no cuestiona, que se conforma, donde el actor principal en el proceso educativo ocupa el papel secundario en la vida laboral y en la vida diaria de la realidad de un país.

De ahí, que al elaborar el currículo se deban de tomar en cuenta las voces e ideas de todos los actores sociales involucrados, como sucedió en el año 2014 cuando se abrieron foros de consulta, resulta obvio que cada uno de ellos opina desde la perspectiva con la que lo mira, lo vive o lo evalúa.

México es un país rico en diversidad y eso obliga a que el diseño del currículo se adecue a las necesidades y características de cada uno de sus contextos sociales, más no a que sea diferente como se ha creído o pensado en algunas ocasiones, la educación debe ser la misma para todos con principios de inclusión y de calidad, pero debe ajustarse a las necesidades y características de aquellos a quien se dirige, pues no a todos les queda la misma talla de suéter.

En este contexto las condiciones del currículo deben considerar los ambientes de aprendizaje, si queremos que éste se logre el entorno debe ser analizado antes de aplicar los planes y programas de estudio.
La cultura pedagógica y formación continua deben ser permanentes, el trabajo ha der colegiado entre autoridades, docentes y alumnos, bajo mecanismos de colaboración y coordinación,   


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